Un Día del Libro para celebrar un diccionario
Por Noe Vásquez Reyna
Por Noe Vásquez Reyna
El miércoles 23 de abril, en el marco de la celebración del Día Internacional del Libro y de los Derechos de Autor, se presentó el segundo volumen de El sabor chapín. Diccionario gastronómico guatemalteco, que recopila vocablos usados en Guatemala para nombrar platillos dulces y dulcería. Este es un proyecto impulsado por la Academia Guatemalteca de la Lengua (AGL), correspondiente de la Real Academia Española, con la coordinación de la miembro de número y lexicógrafa María Raquel Montenegro Muñoz.
El Teatro Lux, en la Sexta Avenida del centro histórico de la capital guatemalteca, albergó esta actividad a la que asistieron más de 270 personas que se veían visiblemente emocionadas al ver las fotografías que este diccionario incluye, ya que cada vocablo no sólo está definido, sino que también va acompañado de una imagen que lo ilustra, «con un gran manejo de iluminación, que nos muestran el plato o el dulce con sus colores, formas y combinaciones, muchos de ellos presentados en recipientes de cerámica pintados a mano por un artista guatemalteco», se lee en la presentación de este volumen.
La agenda contó con las palabras de apertura a cargo de la secretaria de la Junta Directiva de la AGL, Cecilia Echeverría Falla, quien recordó que la atención genuina se está perdiendo por las insistentes interrupciones del mundo moderno. «Quien lee y escucha profundiza en la experiencia que vive, porque se da gracias a la lectura un proceso de interiorización. Ser verdaderamente capaz de leer es más que saber poner voz a las letras, es ser capaz de recogerse, de habitar dentro de sí mismo, de leer en las situaciones y en las personas. El gran diálogo de la cultura humana se nutre de estas actitudes», expresó. También se refirió a que sin la lectura sería difícil percibir la gran escala de matices de la realidad personal y social, y que la reducción de este hábito nos está restando posibilidades para mejorar el mundo. Sobre la elección de las lecturas mencionó: «Es bueno elegir a los clásicos, que son los que nunca pasan de moda. Se aprende a elegir los libros como grandes amistades y por eso Lope de Vega decía: Es cualquier libro discreto / que si cansa, de hablar deja / un amigo que aconseja / y reprende en secreto». (Lope de Vega, La viuda valenciana).
Como segundo punto de la agenda, el escritor y miembro de número José Luis Perdomo Orellana leyó el discurso titulado «Todos los libros llevan a don Miguel», en el cual se refirió a la importancia de los libros, citando a varios autores y su relación estrecha con esta magnífica invención humana. «De todos los instrumentos del hombre el más asombroso es el libro, los demás son extensiones de su cuerpo, pero el libro es otra cosa. El libro es una extensión de la memoria y la imaginación. Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros, hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua, en lo que a mí respecta soy incapaz de imaginar un mundo sin libros. No sé si hay otra vida, pero si la hay, espero que me esperen en su recinto los libros que he leído bajo la luna, con las mismas cubiertas y las mismas ilustraciones y quizá con las mismas erratas», expresó Perdomo. En su discurso también habló del exquisito Quijote de Miguel de Cervantes, para quien «cualquier ruta es posible, sobre todo las inusitadas». Esas rutas hicieron que Perdomo mencionara varias ciudades de América donde ha dejado huella «el personaje más deslumbrante y hermoso de la literatura» que don Miguel hizo pasar por loco.
Como tercer punto, Raquel Montenegro presentó su exposición titulada «Las dulces palabras de los postres y la dulcería en el Diccionario gastronómico», en la cual se refirió a varias fotografías que evidencian que los dulces están en el día a día de los guatemaltecos, en sus fiestas, en sus calles y son parte de nuestra vida. También explicó el proceso de planeación, recopilación de los vocablos y parte del gran trabajo de investigación que conlleva este segundo volumen. También habló sobre la estructura del diccionario, «que ofrece una mirada a la gastronomía desde la perspectiva lingüística». Durante su presentación motivó a la audiencia a reflexionar sobre cómo identificamos y nombramos a esos platos dulces, vocablos algunos que son el resultado de la coexistencia e influencia recíproca de los idiomas indígenas con el español. «Los nombres de los platos, los postres, las bebidas, el pan es [un léxico] muy rico en este país diverso, donde confluyen diferentes maneras de preparar, donde confluyen muchas palabras, muchas palabras que necesitan explicarse, y por eso nació el diccionario El sabor chapín», expresó Montenegro. Además de la presentación de este segundo volumen, se anunció que ya está disponible la versión digital en la sección de Diccionarios en el sitio web de la Academia, el volumen uno de El sabor chapín, el cual se presentó hace dos años y fue premiado como uno de los mejores libros del mundo en su categoría.
Posteriormente se tuvo la participación, de manera virtual, de Marta Torres Martínez, vicerrectora de la Universidad de Jaén, Andalucía, España, quien escribió uno de los estudios introductorios en este segundo volumen del diccionario titulado «La pasión por lo dulce». En su exposición reiteró que la gastronomía es una expresión creativa íntimamente vinculada a su historia y supeditada a su suelo, incluso al clima de cada región, y se convierte en una pieza fundamental en la cultura e identidad. «En este contexto, el léxico se convierte en expresión de la cultura, en un componente clave para la transmisión, descodificación e interpretación de este ámbito de especialidad», explica Torres, quien cita en su estudio el libro Dulce. Las recetas de los grandes maestros de la pastelería, en el que afirma que «hay quien ha llegado a considerar como uno de los símbolos más característicos de la modernidad la pasión por lo dulce, y no faltan incluso quienes consideran la irrupción de lo dulce como un rasgo de progreso en las sociedades».
En la agenda también participaron dos personas clave para este segundo volumen: una de ellas, la chef y educadora Euda Morales, quien brindó la asesoría técnica especializada y que escribió el otro estudio introductorio titulado «Un legado dulce que ha trascendido». La otra persona clave es Gabriela Núñez, socióloga y fotógrafa profesional, quien dirigió la producción de las imágenes que acompañan las definiciones. «El propósito de este proyecto fue capturar la esencia de la gastronomía guatemalteca de platos dulces y dulcería», afirmó.
Con ambas exposiciones se evidenció el gran trabajo colectivo, desinteresado y profesional de muchas otras personas expertas en sus áreas que participaron interdisciplinariamente para que hoy tengamos en nuestras manos un diccionario que es capaz de convocar a todo tipo de público que quiera conocer una parte esencial de nuestra cultura y que enriquece el idioma español.